Excepciones, miles de excepciones en un mundo dónde parece no haber ninguna.
Quizás esa aguja en ese pajar,solitaria, confusa, perdida de cualquier acción exterior.
Quizás ese rayo de Sol en una tormenta.
Quizás esa refracción de colores en un cielo gris.
Ser lo que vuelvo a respirar, a vivir, porque los abrazos de tus brazos son como
la respiración que se da prisa en llegar cuando vamos buceando, algo similar a cuando
nuestros labios juegan a rozarse, esos mismos que intercambian respiración
y aire mutuo.
martes, 31 de enero de 2012
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