viernes, 13 de febrero de 2015

Tres formas de quererte.

Por la existencia. Porque existes.
Por tus tres maneras de reír. Porque suenan diferente en mis oídos.
Por hacer que te escriba poesías. Porque me ayudas a no olvidar.
Por tu manía de ser libre. Porque me pegas tu libertad.

Por la seguridad. Porque eres seguro.
Por tu intermitencia pasiva. Porque parpadeas.
Por crear necesidades. Porque me enganchas a ellas.
Por tu manía de brillar. Porque no te apagas nunca.

Por lo enervante. Porque enervas.
Por tus formas fugaces de mirar. Porque me quedaría dentro de ellas.
Por ser abstracto. Porque me haces ser concreta.
Por tu manía de ser espontáneo. Porque me desordenas.

Por crear. Porque creas.
Por tu yo interiormente escondido. Porque me gusta que aflores.
Por ser naturalmente olvidadizo. Porque te memorizo.
Por tu manía de la unidad pluralizada. Porque me complementas únicamente.

Por confiar. Porque confías.
Por sentir. Porque sientes.
Por completar. Porque completas.

Te quiero con cariño.
Te odio con amor.
Te quiero a rabiar.





miércoles, 8 de octubre de 2014

El arte de las exactitudes

Hay personas que son arte, puro,
que te vienen y te inspiran,
que se van, aunque deben volver.

Están hechas como de tinta,
de tinta de todos los colores, pintada con los dedos,
que, parecen, vayan a saltar
y lo hacen saltando,
coloreando vidas.

Tanto la mía como la tuya.

Y te sugieren, y las encuentras iluminado
e inspirando, todo el aire que ellas traen,
como el aire de las tardes
esperando un tren o esperando
a que ellas vuelvan.

Ellas, escasas, aunque existentes
escasas, como la verdadera felicidad,
pero existentes como ella misma.

Tanto traen y tanto se llevan de ti.

Se mueven al ritmo de la música,
al ritmo de tus momentos y los míos,
al ritmo de las sonrisas sonoras.

Están mirándote y te observan,
como cuadros colgados y entendiendo,
silenciosos; aconsejando, ruidosamente;
y ayudando a saber que seguirán
por ti para siempre. Sólo los verdaderos.

Tanto vales cuando tantos tienes.

Y te cogen, y te sienten, y te encierran,
y sacan, y te sonríen, y abrazan,
y te conocen, y te crecen, y te crean.
Importantes, necesarios, inhumanos,
especiales, pintores, artistas, músicos.

Personas que te ponen la piel de gallina,
que encajan en ti, haciéndote creer que
eres una pieza de un puzzle creado por ellos. Juntos.

Tantas piezas, tantos amigos hay en tu puzzle.

martes, 15 de abril de 2014

Sin inspiración.

Como el tren que le trajo él mismo se lo llevó.
A la misma hora, aunque no el mismo día,
ni en la misma situación, momento u ocasión.

En realidad no sé ni qué escribir, tengo tantos sentimientos enlatados que
necesitaría mil abrelatas para sacarlos todos y poder escribir algo con ellos.
Tengo tal nudo en el estómago, en la cabeza, y en el corazón que me es imposible.
                         
Qué frustración que todo se acabe a mi alrededor y yo no sea capaz de ver el final.

Lo tengo todo, y a la vez nada, aunque nadie me ha preguntado lo que quiero
o lo que dejo de querer, el caso es que no tengo nada. Internamente, nada.
Y no encontrarle sentido a nada, que al fin y al cabo es así todo, un sin sentido,
un sin nada, un con todo y a la vez nada.

martes, 23 de octubre de 2012

Irish weather.

I'm like Irish weather
while I'm living in it each day,
while it wet your eyes
or you go blindly.

Fight against the wind
like the magpies.
Clouds, maybe sun,
altought they augur more rain.

Temporaly depressions,
sweet, bitter, bittersweet.
Grey in your eyes while winter comes.
And rains, rains a lot.

Tiempo irlandés.

Ser como el tiempo de Irlanda
mientras vives en él cada día,
mientras te moja los ojos
o vas a ciegas.

Luchar contra el viento
como los pájaros negros lo hacen.
Nubes, quizás sol,
aunque auguran más lluvia.

Depresiones temporales,
dulces, amargas y dulces.
Ver todo gris mientras el invierno llega.
Y llueve, llueve sin parar.                                                        

viernes, 5 de octubre de 2012

Pretérito imperfecto del indicativo

Ni el aire es como el que respirábamos,
ni las nubes iguales,
ni el azul del cielo es el mismo
si contigo no puedo compartirlo.

El color de las calles, lo material,
la piedra, los cruces que había,
los árboles que nos rodeaban,
la gente, las luces, las prisas...


Mi oxígeno por el tuyo,
aunque es mucho más que eso,
ya no es una necesidad,
ni un requerimiento...

Suplemento o complemento.
Suplementábamos calles,
las hacíamos nuestras.

Ahora mismo somos imperfectos,
porque falta algo.
Espero al futuro perfecto
nada más que a tu lado.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Ganas.

Te recorre lentamente,
sin avisar corriendo.
A veces pica, otras duele.
Te empuja o te atrapa.

Empieza por el pecho,
baja al esternón,
te hiere el corazón
y llega a tu alma.

Finalmente te acelera,
te hunde, te ganan las ganas
y directamente a tus ojos
llega, una lágrima.