Te recorre lentamente,
sin avisar corriendo.
A veces pica, otras duele.
Te empuja o te atrapa.
Empieza por el pecho,
baja al esternón,
te hiere el corazón
y llega a tu alma.
Finalmente te acelera,
te hunde, te ganan las ganas
y directamente a tus ojos
llega, una lágrima.
Esta me es más difícil de comprender. No sé porqué, parece que no la entiendo claramente. Es obvio que el nombre ayuda, eso sí, pero no me queda claro.
ResponderEliminarEn cualquier caso es una poesía cortita que de vez en cuando tampoco viene mal hacer. Es grato también para el lector el que quien escribe se centre en algo concreto y no se enrolle demasiado.
Te felicito porque mantienes unas facultades increíbles, y espero que estés mirando la posibilidad de presentarte a algún concurso online o algo.
Un saludo,
-Rubén-