lunes, 26 de septiembre de 2011

Llorar porque te vas, por lo poco que duran 4 horas contigo sin parar.
Son momentos rápidos, momentos lentos que deseas no acabar.
Cogidos de la mano, de la cintura, del brazo y caminar, andar, proseguir un camino
que no es marcado que marcamos al son de nuestros pasos.

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