sábado, 31 de diciembre de 2011

Felicidades eternas que sabes que pueden acabar porque
en ellas se basan una persona.
Sé que no es bueno centrar la felicidad en alguien
pero si ese alguien hace que tú seas más feliz, por qué ocultarlo?
Que aunque no estés con esa persona tú sigues siendo igual de feliz
por el echo de tenerla en tu vida, siempre.
Te contagias de todo menos de lo enfermizo y cotidiano
y te sumes en una alegría extrema que se nota cuando te falta.
No tengo miedo de perder, no tengo miedo de ganar tristezas
sino ganas de ganar más felicidades.

1 comentario:

  1. De verdad me quedo muy sorprendido cuando te leo. Me parece realmente bueno todo lo que escribes. Y creo que es bueno porque son sentimientos que cuesta expresar con palabras, y sin embargo tu, eres capaz y parece que con facilidad.

    Cada línea de esta poesía la he vivido en mi propia vida, y es como si de repente alguien me contara una historia propia como yo nunca he sabido hacerlo.

    Centrar la felicidad en alguien, centrarla de tal forma que sabes que arriesgas muchos. Amistades, por ejemplo, u otras muchas cosas. Pero no te importa en ese momento porque tu eres feliz, sabes que puede que esa felicidad acabe, que esa persona se marche y que pierdas a más gente, pero en ese instante vives feliz y no te importa nada más. Creo que sabes que he entendido perfectamente el texto, ya que es real como la vida misma.

    Por cierto, la última frase de "No tengo miedo de perder, no tengo miedo de ganar tristezas [...]" es espectacular. En esa ocasión no hay miedos por sentir, sólo cosas por vivir.

    Felicidades por escribir esta poesía tan identificativa, haces un trabajo muy bueno :).

    -Rubén-

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