jueves, 10 de mayo de 2012

Observaciones desde una silla (II)

Encontrarse aquí, sola
sin nada que perder
ni nada que ganar.

Encontrarse aquí, aburrida
entre encerrada y suelta
por cuatro límites infinitos
entre acumulaciones de pintura
pino y blanco con pintadas de agonía.

Bocas hablando como si nada,
bocas bobas e hipocresía entre rejas.
Palabras inútiles y muchas teorías
pioneras en la tontería,
y muchas voces, meteoritos de papel y saliva.
Intentonas de silencio
sin ningún resultado finito.

Preguntas a punto de estallar
y, mientras tanto,
aquí me encuentro yo, delirando palabras
y allí está ella entre bucles,
musicalmente hablando.

1 comentario:

  1. Sin duda me sorprende como aprovechas los momentos más corrientes del día para sacar algo como esto. Aunque en teoría no debería sorprenderme, habiéndote leído anteriormente y saber que tienes un talento especial.

    Son muchas personas las que desearían que la inspiración llegase tan fácilmente, de una forma tan despierta y en unos momentos tan cotidianos. Creo que eres muy afortunada por ello.

    La primera vez que la he leído, me ha parecido que estaba inspirada en un momento vacío. Me ha recordado a esos momentos de soledad con uno mismo, que se viven aún estando rodeado de personas. Después de saber como había surgido, la he visto con otros ojos pero más o menos con la misma intención. Sonidos y tonterías volando por el aire viciado de una clase, profesoras inquietas que piensan en el día en el que eligieron esa profesión...y uno mismo ahí, en medio de todo eso pensando que demonios hace sentado en una silla en el núcleo de un bullicio escandaloso.

    No me canso de decirte lo que admiro tu forma de expresar tus sentimientos. No es fácil hacerlo con muchos determinados y parece que tu siempre encuentras las palabras exactas para todo. Qué privilegio es leerte.

    Enhorabuena por esta poesía tan buena o mejor que las anteriores.

    -Rubén-

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